ROMA. Borrador de un delirio y últimas voluntades.

ROMA. Borrador de un delirio y últimas voluntades.

(Nota del autor: la urgencia es la clave de todos mis cuadros poesías y ahora este texto, no le echaría más de 15 horas, es cuestión de principios, la urgencia. Por otra parte, los personajes que no son el protagonista apenas hablan, sólo lo que viene a ser la función fática del lenguaje o alguna pregunta, dando pie a una contestación, no pongo en la boca de nadie lo que es mío.)

A mis padres.

Al CSIC

A la UME

Capítulo I

(El delirio)

1 se levantó resacosa, había salido la noche anterior, no solía hacerlo si al día siguiente tenía que tomar un avión, pero lo hizo, y con clase y dedicación. 2 y 3 la telefonearon por si se le había hecho tarde, contestó que no, pero que llegaría unos minutos más tarde. Los tres vivían en Bullas y habían quedado en Abarán con los demás. Los seis irían a Roma a pasar unos días. Vacaciones de Semana Santa. Muchos eran profesores, los demás no habían tenido mayor problema para tener unos días libres aparte de los que dicta el calendario.

En Abarán estaban los demás esperando, comprando agua para cuando llegara 1, que les había hecho saber que venía en el coche con una sed que a ella misma la sorprendía. Tampoco había sido para tanto, pero la edad pesa, y madrugar también. Agua, pedía agua.

Todos se conocían, a 1 los que esperaban en Abarán algo menos, alguna vez habían coincidido, pero ella se apuntó a última hora y los demás se alegraron. Aunque por ese motivo las dos chicas dormirían juntas y los hombres en otro hotel, la intendencia era la que era, la última hora tiene esto.

Se reunieron en Abarán, café agua para el viaje y a Valencia, luego vuelo Valencia Roma y a disfrutar. Habían quedado en la plaza que vio nacer a los hermanos 5 y 6, y su madre se salió a la calle a decirles que llevaran mucho cuidado, a lo que 6 le contestó que no se preocupara, que si tiraban una  bomba en una calle se echarían por otra.

Viajaron hasta Valencia en dos coches, una sola parada, más café y más agua.

Al prota, 6, le gustaba 1 desde el primer día que la vio, sólo se habían intercambiado unos mensajes, visto en persona un par de veces pero le gustaba. 

En el transcurso del viaje 6 echó una foto de dos mecheros, uno rojo y otro azul, sobre su muslo. Mandó la foto al grupo de Whatsapp y seguidamente un audio, porque iban en dos coches y principalmente porque ella iba en el otro; como en el transcurso de estos días me falte un mechero, nombráis un representante, que haga por todos y le tiro una hostia, y ya luego hace el camino a la inversa y las reparte. Gila, donde quiera que estés, gracias. Esto tiene su trasfondo, yo tengo mi espinita por no haber acabado políticas, pero lo de la representación imperativa era que a tu nivel llegaban a un acuerdo y te mandaban a votar eso y sólo eso a un estamento superior. Luego el poder cambió de manos, los tiempos se volvieron más locos, y se le presumió a las cortes y a los gobiernos (os podría hablar de la potestad reglamentaria, y de si es un simple desarrollo o si hay cierto espacio para la innovación;) una libertad una vez elegidos, vamos el día a día, tú le das un mandato y ellos son libres, si no te gusta, no les votes otra vez, eso ahora, antes más rudimentario con menos derechos y más arbitrariedad, pero que básicamente eso es la democracia representativa (ésta está bien tirá, cierta cultura, deben ir por ahí los tiros   [En la cárcel terminas, en Italia, que tu madre te mande perras, bien, sigue así.] Pero ahora, a mí me encanta hablar, centraos en que ninguno se lo eche al bolsillo. (Yo he oído algo del macho alfa en esta década de secano, así sabe quién es quién y dejo caer mis pretensiones.  [En la cárcel terminas.

Llegaron al aeropuerto y en sendos taxis al centro. Los dos hoteles estaban muy cerca y habían quedado en dejar las maletas e irse a dar una vuelta.

6 olía el alcohol, el pobre protagonista no bebía casi nunca pero era su amor, el amor al alcohol, vetado gran parte de su vida por prescripción psiquiátrica. Pero tres o cuatro veces al año, con la excusa de las vacaciones o de un viajecito, honraba a Baco con pasión, así que propuso que se tomaran una cerveza ya, antes de pisar el hotel, donde sea, dijo.

Le dieron el capricho al pobre alcohólico ya que sabían que le daban disulfiram para que no pudiera beber generalmente. Una simple molécula de alcohol en la punta de su lengua presagiaba un borracherón, nunca se metía en ningún lío, ni perdía la cartera, pero era a morir, con 47 años así de infantil.

Una vez con lágrimas en los ojos 6 le dijo a su padre, por qué no seré cojo, o manco, pero poder beber siempre. Cuando sortearon las incapacitaciones a él, muy a su disgusto, le tocó el no poder beber. Y cuando el psiquiatra y su familia le daban rebaje tres o cuatro días los aprovechaba, sacrificaba incluso el sueño para poder beber más y más.

Se instalaron y salieron, Roma, otra ciudad más del pase por caja, del turismo de masas, museos, comidas, andar mucho andar, y así pasó el primer día. 6 se fue contento, había pillado bastante alcohol y como él decía, tú me dejas en un pozo de mierda con la mierda hasta la cintura pero si puedo echar otra cerveza, ni enterarme de la mierda en la que estoy.

A todo esto, llegando a la zona del hotel se acercó a 1, hablaron y ella sabía que él estaba algo tontico por ella, pero nada categórico, nada visceral. 6 reclamó la atención del grupo y les dijo que en todas las ciudades con Historia quedaban almas deambulando, fantasmas peligrosos y que sólo había una forma de darles muerte y descanso eterno. Le dio con su hombro un pequeño golpe a 1 y salió corriendo ante la atenta mirada de los demás. Cuando los sobrepasó unos metros saltó y giró en el aire, rassssssssssss, un peo que se oyó en toda la calle. Ahora sí, 6, puedes pasar tranquila, me lo he cargado, ése ya descansa (bueno ya con esto la he impresionado a manta. [Yo creo que eres tonto.

Su hermano, 5, le dijo que se había pasado, y que a ver si podía estarse quieto y callado un buen rato, por favor dijo.

Yo lo he hecho por vosotros, dijo entre risas, no en serio, es que me lo tenía que tirar, mucho gas hoy en las bebidas. 5, lo siento. Y conforme salía el lo siento de la boca se tiró otro, esta vez simplemente levantando la pierna derecha.

Perdona 5, he visto al fantasma que se movía un poco, ahora sí, descanse en paz.

5, su hermano, le dijo, ¿te puedes estar callado un rato? Marrano, cerdo. No, contestó 6, venga espera, añadió, ¿ves el paso de peatones? Voy a estarme sin decir nada todo lo que tarde en cruzarlo, blanco, negro, blanco…. y a los dos metros, no! No puedo estarme callado, es como si me disolviera, como si muriera, dijo riendo, ¿entiendes nene?

5 dijo simplemente, le faltaba beber, ahora sí que no se calla ni debajo del agua, qué pesao por Dios, toda la vida con él, todo el día diciendo tonterías, mudo te tenías que quedar!

Y venta pasos, terrazas, museos, piedra vieja. Cuando se le presentaba la ocasión interaccionaba con 1, sin mucho tesón. Ella le reía alguna gracia porque de vez en cuando decía algo que sí era gracioso. (¿Has visto, vamos progresando, me quedo con la chica ya verás [Desde luego que tengo que soportar lo insoportable.

Los dos primeros días fueron así, andar, beber, comer, hacer colas, tiendas de recuerdos… pase por caja, el turismo del S. XXI. El turismo como vicio y consumo, la barbaridad de poderte ir a Japón y estar comiendo argentino cada día y sin repetir restaurante.

Por la tarde 6 les pidió los carnés, les dijo que habían llamado de los hoteles y que tenían que volver a dárselos, que la reserva, no supo muy bien explicarle la recepcionista por qué pero estaban en la calle, y el otro empleado en vez de dejar en el programa de las reservas los carnés escaneados, habían rellenado toda la información en la plataforma pero no estaban escaneados por ningún lado, era simplemente pasárselos otra vez y seguirían hasta en las mismas habitaciones.

6 fotografió los 6 carnés y les dijo que cuando se sentaran en alguna terraza o algo los mandaría, que los correos electrónicos los llevaba apuntados en un papel. Pues sí, llegaron a una terraza.

Yo estoy hinchado de andar, a ver si vamos sentándonos y nos tomamos una cerveza, prometo estar en silencio.

Anduvieron, el grupo tomó varias formas en el trayecto, y cuando quedaron a solas este personajillo que el lector va descubriendo y 1, ella le preguntó, por qué esa casi devoción al beber él respondió (ahora va lo gordo [presagio de una vergüenza ajena que me ha tocado vivir; viene de lejos, siempre que he podido he bebido, pero vamos, es como si se me acentuaran las emociones, como una adrenalina espiritual. ¿Te cuento algo?, fue en Vigo, éstos y otros, fuimos a pasar unos días, y ese día sí que bebí, todo el día toda la noche y al llegar al apartamento fui el último en irse a la cama pero el que echó tres o cuatro viajes al frigo y en la cama se terminó de matar. Estaba despuntando el día, pasó algo, hace poco leí que no podía haber pensamiento sin lenguaje pero lo de Vigo no era el pensamiento, era una especie de emoción, vi la Verdad, la Justicia, el Bien, te lo juro, lloré y soñé con un mundo, cómo decirlo, sentía que vivía a gusto, bien, y sólo cabía en mi corazón que hasta el último negrico de África viviera como yo, con un trabajo, un descanso, una dignidad; y lloré, no miraba hacia arriba, en serio, creo que no he llorado desde entonces, pero era una sensación, podría describírtelo cien veces y siempre serían lo mismo y distinto, queda solo para mí… 1, (ahora es cuando voy… [desgracia anticipo; y desde que te conozco te siento y te pienso así, cómo dijo ella, ¿como una borrachera? No, contestó él, como lo inefable, anda acelera, que de tanto hablar le vamos a decir al camarero que vamos siete y yo cojo dos, o entro a mear y una en la barra, tempus fugi, pero en serio 1, que contándotelo casi lloro, ya ves qué cosas. Ah me levanté el primero y estaban todos durmiendo, eran no más de las once, y pensé, aquí, en la habitación de al lado, se ha producido una revelación y como el que oye llover, todo sigue igual. Entonces me acuerdo de Stefan Zweig, he leído de él todo lo que he podido, me encanta, me apasiona (ahora hay que hablar de la muerte, hay que sorprenderla de nuevo; era judío, Viena, con veinte años tenía abiertas todas las puertas de la cultura vienesa, poco después el mundo entero, pero llegaron los nazis y se fue primero al Reino Unido y luego a Brasil donde se suicidó junto a su esposa. Dejo una nota y decía que él podía seguir viviendo incluso bien como individuo, pero que su yo social, la idea de Europa que el defendió y en la que pasó esas tres o cuatro décadas dando lo mejor de sí, sus libros, eso ya no iba a tener, nunca, y le faltaba en tal medida que prefería morir. 1, a mí me dicen cáncer, calla! Dijo ella, no, dijo él, me dicen cáncer, tres meses y creo que me podría llegar a decir, con lo que te rodea, tampoco es para tanto, le diría al médico, si me quito el antabús hoy, cuánto tiempo puede estar borracho mi organismo. ¿Tú has visto al pobre ese de la ONU del bigote, los cinco últimos años que lleva, que para una vacuna diez guerras y para un mínimo avance en los derechos del niño, por ejemplo, trescientas tropelías, que tampoco te bajas de una carroza, te bajas de un mundo de mierda. Así que haría todas las fiestas que pudiera y básicamente bebería. Tú no te asustes, pido un día más pero sé que voy a autodestruirme, por eso estoy solo, ahora ya no sé dónde meterte, pero tú quédate cerca estos días, conmigo lo único que puedes hacer es reírte. Ya hablaremos seriamente, y rio. Es verdad, pido un día más de vida y quiero destruirme, te digo cuatro tonterías y amo mi soledad, todo muy coherente, pero tú estos días quédate cerca que lo único que puedes hacer es reírte.

Él no se fue a dormir muy contento, para su gusto le habían faltado dos o tres golpecicos más, y tardó en quedarse dormido, y un solo pensamiento, si el fin justificaba los medios, que tenía los carnés de todos y una aplicación para cambiar la fecha de nacimiento, que mañana tocaba el Vaticano y que él quería conocer al D. Francisco.

Así llegaron al día siguiente, y tocaba Vaticano, oye dijo 6, tenemos que ir donde yo os diga hoy, os he apuntado a una cosa que hay hoy, no preguntéis, nada, pero que no es la visita normal, nada, muchos ya habéis visto esto cuatro o cinco veces, dejadme a mí hoy. Es más prometo que hoy no bebo hasta la tarde, muy  a mi pesar.

Algo así como “D. Francisco se toma un café con los jóvenes”, y ahí estaban ellos, a punto de sentarse a la misma mesa que Su Santidad, un poco confundidos, hasta que el menos cualificado de la seguridad se fijó en que rozaban los cuarenta y cinco y que los carnés que había mandado eran falsos.

Entonces 6, en última instancia se acercó un poco y le dijo:

-¡Don Francisco, no tengo alma!

Entonces D. Francisco les dijo que se sentaran y le dijo a 6, por favor, explíquese.

-Básicamente que el corazón siga latiendo, no creo en la inmortalidad del alma ni en el alma misma, y que no creo que nada sobreviva a la muerte. Creo que un constructo poético del que vivo de un modo cultural y que posibilita la propia conciencia, pero me sorprendo por todo lo que puede hacer y que nos diferencia de todas las demás especies.

Pero es que espera que no es sólo el cerebro y la médula espinal, los nervios, cada vez hay que llevarse más cosas, si te pones medio sistema digestivo, el tiroides… muchas cosas; y que si eso muere no tengo con qué ser. Por no hacerlo tan deprimente, dice mi primo Nispo, tú y tus teorías, y como sé poco, suelen no dar en la diana, pero yo las quiero para por ejemplo decírselas a él. El modo de operar es muy gracioso, ejemplo, para lo que estoy diciendo sólo me valgo en que un antidepresivo hace muchos años me daba un ardor que me moría, fatal, y el Dr. que me lo cambió me dijo que hay serotonina en el esófago, y en el aparato genital, y que la libido se ve afectada por los propios antidepresivos. Pues allá voy y empiezo primero de psicología en la UNED y la que me entró por los ojos fue Psicología de la motivación, y ahí vi que los desequilibrios homeostáticos, sed, sueño, hambre, sexo; el hambre es que más veces inicia la conducta, arousal, aún me acuerdo; vamos que si tienes sed a diez minutos de tu casa, llegas y bebes, no lo piensas mucho. Pero si está a dieta, la conducta de iniciación va a empezar más veces.

Teoría, la naturaleza ha previsto una suerte de disfrute en el propio órgano la conducta de comer, y eso hace que, como individuo, sobrevivas; y en cuanto a miembro de una especie, en los propios genitales y con ello la perpetuación. Vamos igual que las moscas, los gatos… pero a diferencia de ellos tenemos el amor y la alegría, la música… Y es un alma tan humana que sólo puedo tener alegría al respecto. Pero que se acaba con el cuerpo, ésa es mi creencia. Ya sé que es una vida muy pobre y muy triste, pero sólo eso, que el corazón siga latiendo, sólo eso. Y si me equivoco y hay algo después, si no es memoria y lenguaje con que todo he construido, de poco me sirve.

>> Eso como individuo, como ciudadano, persona o como lo quiera llamar, me gustaría morir en el Paraíso, en este mundo hecho un Paraíso.

-Por favor.

-(madre mía qué confianzas [Qué vergüenza pero en serio; pienso que vivimos en un mundo que de cómo salgamos de los líos en que nos hemos metido, se tendrá o no humanidad; son muchos los frentes, las guerras, el medio ambiente, la justicia social.

Se sacó el móvil y buscó una entrada de Facebook que hacía poco había subido. D. Francisco creo que éste es el problema, ¿se lo enseño? Lo leyó:

“Es crudo, lo sé.

Es Hobbes y el Leviantán, el fin del mismo, el fin del Estado. El hombre es un lobo para el hombre. La vuelta del estado de naturaleza. A ver, me explico. Este hombre pensaba que en un tiempo inmemorial se fundó el Estado. Había una primera ley natural en cada hombre, sobrevivir y había un estado de cosas, un estado de naturaleza, o sea un mundo donde todos tenían derecho a todo (en cristiano, te puedo matar y usurpar tu propiedad.)

Suponía que había una gran fragilidad, nadie era lo suficientemente fuerte para imponerse definitivamente y el éxito de hoy (matar y usurpar) no te garantizaba que mañana pudieras ser tú el que muriera. Y así día tras día. Hasta que un día se sientan y dicen vamos a cederle todos esa parte de la libertad de que todos tenemos derecho a todo a una entidad, el Leviatán. Ya no podemos matarnos ni robarnos, etc. y que vele él por la convivencia y que si un día alguien viola el pacto (esto tiene consecuencias jurídicas, cuando matas no es la familia del muerto la que se va a un juez, es el Estado el que te juzga por eso, porque has violado el pacto. En serio), que el Estado lo persiga.

¿Y qué tiene esto que ver con la primera ley natural?, pues que si observamos el pacto, sobrevivimos.

A partir de aquí la cosa se pone fea. Yo soy español y creo en un estado fuerte. Tengo de él una visión paternalista, como que nunca va a fallar, un volcán, un virus. Pero es que llevamos una velocidad donde ya estoy completamente seguro de que lo voy a ver, el fin del Estado. Yo era más optimista, dentro de cien años, por el cambio climático, hambrunas, etc. Pero no, dos DANAS gordas, un virus y dos guerras, y ya está. El que sea policía, y se encuentre con una pistola en casa, esa ventaja que lleva. Para terminar esto me hace falta que funciones las telecomunicaciones pero no haya ya Estado. Es que al cruzar por una calle de límite de velocidad 20, y que uno a 180 te arranque un brazo (claro, ya todos tenemos derecho a todo, y si pone 20 y paso a 180 y te arranco un brazo, ahí te quedas, porque no hay nadie que me multe, ni me meta a la cárcel, voy a lo que corre.) El pobre peatón llama al hospital malherido y a la Guardia Civil, y sale un contestador que le dice no hay Estado.

Hobbes era de las teorías contractualistas, había en ese tiempo remoto un contrato, que nos habíamos dado, porque sabían que éramos malos, pero si lo observábamos y sobrevivíamos. Pues bien, vamos a testar su teoría, con el fin del Estado, y crear luego otro Leviatan. Catorce meses de estado de naturaleza, por dar un plazo, y sentarnos otra vez a decir, cedemos (otra vez!!!!!! Vamos a ser testigos!!!!!) al Estado el no matarnos… etc, y de paso ponemos un euros cada día y que le lleven la basura. Es que aguante lo de en medio, el período de naturaleza, va a ver como cae y como se crea nuevamente. Es increíble, vamos a testar una idea que no nacía para eso, Hobbes no se lo esperaba. Qué va, él sabía perfectamente que era filosofía política lo que escribía, un divagar de un pudo ser. Pero es que vamos a verlo y a testarlo.

Ahora sí que es crudo. Vamos a dar por supuesto que este mundo se acaba, 20 años. Cuando paso cruzo a La Plaza a tomar café y veo a las madres con criaturas de tres días contándole que parió que va a inscribirla en el Registro Civil, yo pienso, ese niño puede morir empalado dentro de veinte años. Si cae el Estado, si volvemos al el hombre es un lobo para el hombre, y uno se hace fuerte en Cieza, y da cierta seguridad, y una pequeña economía Madmaxiana, por decir algo, y ese niño de hoy escala posiciones, es de su confianza, y comete una deslealtad, como no hay un TODOS TIENEN DERECHO A LA VIDA, no hay una prohibición de la tortura, como no hay nada, y puede que el hombre fuerte de Cieza quiere ser más fuerte a través del miedo, (ha empalado a uno, dicen), y conseguir sobrevivir más tiempo en definitiva, se puede dar la situación. Puede ser que pase. Es más posible que esto ocurra que lleguemos a algún hito de las agendas 2030, o algún compromiso medioambiental,… qué va, esto ya lo veo más posible. La balanza está de este lado.

Cuando cruzo la Plaza Vieja pienso eso.”

>> E igual que le digo que ese pacto lo respeto como individuo, ya luego estará la policía, los juzgados, las cárceles… Yo lo cumplo, pero como miembro de una comunidad religiosa y una nación, toda la forma de violencia que se pueda hacer con ese derecho a todo, las guerras; yo esa parcela de libertad se la cedo a los filósofos, les daría mi libertad para que me la devuelvan en forma de normas que hagan la concordia, la paz y la justicia social. Yo creo que la democracia representativa no conduce a nada, le daba esa parcela de mi libertad a los filósofos, y que se devanaran los sesos en cómo hacer que convivamos en paz, ¡eso!, que haya paz y seguridad, que en nombre de un estado o una religión no se pudiera emplear violencia contra otro, vivir tranquilos, seguros, que nunca más se emplee una mochila bomba ni un misil, ya está, hasta aquí. Que en nombre de una nación o bloque o religión nunca más se emplee violencia. Lo de la paz me lo enseñó una viejecita de mi pueblo al grito de que la Virgen del Oro era la mejor. Me quedé contrariado, no sabía que era ser la mejor Virgen, si más virgen (o en caso de Olimpiada más rápida. [Un respeto!. Pero lo pensé de la siguiente manera: me encanta contarle teorías a mi primo Nispo, y esta vez no tenía una muestra para analizarla y extrapolarla a toda la población, sino que tenía a toda la población. Si cada uno se cree que su país  o religión son lo mejor, lo único que es cierto es que único denominador común es que le atribuimos esas cualidades exorbitantes porque es el de cada uno. Es por ser lo tuyo, no es que sea mejor religión, mejor país. En mi paraíso terrenal el Estado te mandaría un sobre con una piedrecica, y si tú a eso de los catorce años ves que te radicalizas, de estado o de religión, te bajas al poyo de la puerta y te das en la espinilla hasta que se te pase.

>> E igual pienso respecto a la Ciencia, junto a los filósofos tendrían que tener el poder. Yo no me sentiría menos libre si el científico ordena la producción, el abastecimiento y el consumo no con un criterio de mercado sino científico, optimización de los recurso y muera el marketing!. No tengo hijos ni sobrinos pero me gustaría que la vida siguiera un poco más en este planeta. Don Francisco, ¿le puedo enseñar otra cosa del Facebook?.

– Claro

“No recuerdo el año exacto, sí que ya tenía el cuerpo de torero retirado (pero versión superlativa), había salido mucho y me volví un poco huraño, quería matar el tiempo de otra manera.

Como un ritual o viernes o sábado por la tarde me iba al centro comercial Nueva Condomina, cine, Fnac y Cortefiel. Siempre igual, llegaba temprano para el cine así que primero me tomaba un café en la puerta echando un cigarro. Si llegaba con más tiempo de sobra hacía mi primera incursión en la Fnac, pero no compraba nada por no tener que llevarlo al coche o ir cargado con él.

Siempre llegaba temprano, tomaba tiempo, la verdad. El caso es que entonces cine, Fnac y Cortefiel estaban en la planta de arriba, en el acceso de la puerta principal. Cada sábado o cada viernes veía una peli, compraba uno o dos CD´s y un par de libros; por Cortefiel siempre pasaba pero no siempre picaba: los libros y los discos sí terminaban siempre en mi poder. Comoquiera que fuera en el camino de la Fnac a Cortefiel abrieron por noviembre así una tiend un local pequeño. Vendían zapatos, pero no al uso, si no unas suelas de zapato y empeines, los cuales se unían con una cremallera. A mí me suena que era ese mes, la visión empresarial estaba clara, amigos invisibles en las comidas de Navidad, la propia Navidad, Reyes y poco más. Podías regalarle a alguien una suela y un empeine y que luego el beneficiario se diera una vuelta por la tienda en cuestión y que se comprara otros dos empeines.

A lo que vamos es que entre todos la mataron (el planeta Tierra) y ella sola se murió. No sé qué año exacto sería, pero estaría por el 2008, 2009, no lo recuerdo bien, pero para mí que eran esos años, tampoco sé si era noviembre, pero yo lo recuerdo así. Igual que la proporción una suela por tres empeines, no tengo ni idea, pero el relato lo he construido así. Ahora vamos a suponer: El empresario vio una oportunidad, comprar en China 30.000 suelas y 90.000 empeines. Sacó del paro a los dependientes, pago el alquiler del local, pagó a los proveedores, las cotizaciones de los empleados, los impuestos del beneficio… etc. Nada ilegal, y ése es el problema. No se puede criticar nada de lo que hizo, vio el negocio, le dio al Cesar lo que es del César y obtuvo un beneficio. Es más, el gobierno de turno se felicitaría por haber bajado el paro e igualmente ese negocio a lo mejor representó una subida del 0.000034% del PIB trimestral (más fiesta para los datos de trabajo.) Qué se le puede reprochar al empresario: NADA.

Supongo que en febrero cerró, por poner un mes (yo me he construido el relato así, lo siento si falto a la verdad) ya no había más amigos invisibles, ni Navidades etc. Siempre he terminado de imaginar que como los pisos son pequeños y tenemos zapatos a manta, los primeros en ir al contenedor de la ropa usada eran los zapatos que aquí refiero. Claro, imagínate, todo petróleo y unido por una cremallera, el que se los pusiera en enero llegaría a su casa al borde de tener que amputarle los pies por congelación. Y encima unidos por una cremallera!!! Pues si hay que hacer espacio en el zapatero yo creo que éstos serían los primeros en salir. A lo que voy, qué o quién hizo algo mal: nadie, está todo conforme al mercado y a la ley. Ahora pienso en ese litro de petróleo que estaba tranquilamente en el subsuelo: lo sacaron, la mitad para hacer suelas y empeines y la otra mitad para manufacturarlos, transportarlos y que llegue al escaparate. A los cuatro meses ese petróleo pasaba a ser residuo. Ya ves. Y si nadie hizo nada mal por qué tenemos la situación climática que tenemos. Es simple, somos tan tontos que confundimos progreso con beneficio. Dime tú a mí qué progreso representó este hito del calzado. Entre todos la mataron y ella sola se murió.”

– Cedo esas parcelas de mi libertad a filósofos y científicos, y no me siento menos libre. La libertad no es eso. Que decidan lo que es superfluo, y nos animen a no demandarlo.

>> Y entonces, si el filósofo dice que está orientado a la concordia y a la paz y que es justo, y el científico que es sostenible, es Ley. Ni realizas ni riquezas, la Ley y los iguales, tan iguales que no se pueda justificar el trabajo infantil, los niños soldado, los países pobres. Yo allí iría y les diría escuelas, escuelas, escuelas… chicos, tengo dos noticias que daros, una buena y otra mala. La buena es que dejáis de ser niños soldado, esclavos y mañana vais a la escuela, la mala es que los profesores sin hinchables. Creo que si se dan un mínimo de condiciones materiales habría menos mal en el mundo (Russoniano [Estúpido, petulante. A lo que iba, los profesores hinchables no les harían gracia, pero la primera actividad extraescolar sería ver Aterriza como puedas. Dejar la mina, la guerra, y que naciera la alegría (Spinoza [Subnornal. Porque esto es científico, Don Francisco, hay que dignificar la vida de todos, aquí hacen falta ocho mil millones de desayunos, comidas… Qué es la dignidad, dice José Antonio Marina que es tener derechos, cómo va a ser digno un niño en una mina. Dirán derechos derechos hoy es el día del niño… sí y es que en un país como Inglaterra hasta finales del siglo XIX robar un niño no era delito, sólo si iba vestido te podían procesar por el robo de la ropa… pues ahora eso es más o menos así en la mitad del mundo, llevarles el progreso, ese progreso que no pueda confundir con beneficio. Ya hay países muy avanzados que están diciendo si tu sistema económico es la explotación al individuo, y eso es lo que hace que una banana, después de tener de coste un montón de kilómetros, sea más barata que el plátano de aquí.

>> Tan iguales que no merezca la pena corromperse.

>> Salió uno una vez en las noticias… era del CSIC, pero no del CSIC de mi CSIC en el que me da igual que sea de la Universidad de Oxford, del MIT… (ahorro espacio. Pere éste era del CSIC porque lo ponía debajo en letras pequeñas, decía que a lo que deberíamos tender era a un decrecimiento programado, que yo me imagino que será más o menos que el filósofo, en su labor de pedagogo, estaría a la salida de una gasolinera, y les diría parejita, qué dónde van, al cine, mira lo que te digo, 80 kilómetros ida y vuelta para ver una película, pues no. Pero claro, ese programado tiene que ser que el acomodador no se quede fuera. Me pasa lo mismo con la UME, ya puede ser salvamento marítimo, o los bomberos de un tercer país, que para mí son la UME, y si ellos supieran que mi admiración nace del no creer que haya nada después de la muerte, y cuando van a una riada o desprendimiento, y arrancan de las fauces de la muerte a alguien… para mí significa que esa noche un corazón sigue latiendo, y eso es lo más grande que me puede dar un telediario, de los ejércitos dejaba eso, a la UME (tú, tonto, me lo he callado porque sí pero, si todo pasa a flor de piel, qué te hinche el corazón, la bomba o el jamón… son rimas internas [Esta vez te tengo que decir que me he reído.

>> Aparte que yo no me sentiría menos libre si no puedo optar a cómo climatizar mi casa, si el científico dijera en esta parte del mundo, vistos los recursos y en condiciones de paz aquí procede esto, por ejemplo, caldera de gas. Yo no me siento menos libre si no puedo ponerme un aire acondicionando con bomba de calor. La libertad no es eso. No tengo hijos ni sobrinos, pero me gustaría que los hijos de mis amigos puedan tener un plantea habitable.

>> Al paso que llevamos ardemos, no sé cuántos meses llevamos de ser cada mes el más cálido experimentado, pero el problema es el hombre, el hombre se puso en el centro en el Renacimiento,  pero es que estos siglos de que todo le ha salido bien en la técnica, le han hecho perder el norte. Imagínese que mañana, porque sí, todas las estanterías del planeta amanecieran 20 centímetros más altas que la noche anterior, el hombre coge una silla y si llegaba antes justo, al día siguiente ya pediría una escalerita para librería en Amazon y puede seguir cogiendo el libro, por ejemplo. El verano pasado creo que en Sevilla se trabajaba en la recogida de la cebolla de madrugada. Si eres empleado de banca, del aire acondicionado de la sucursal al del coche y al de la casa y no salir si no es al supermercado o al centro comercial o ya casi de madrugada. Es decir podemos hacerles frente con nuestra inteligencia, pero yo voy a que después de siempre actuar así hemos llegado a creer que si nosotros podemos, el ecosistema también, así, sin más, pero la rana no tiene acceso a crema solar, a decir refrigérame la charca y échame un cubo de agua que de ayer a hoy ha habido pérdidas por evaporación. Yo creo que el ecosistema va por otro lado.

>> Luego están las naciones y las guerras, y así es muy difícil, por poner un ejemplo, Rusia invade Ucrania y Alemania se ve abocada a tirar del carbón un par de años… pero tú no puedes ir al medioambiente a decirle oye dame una moratoria de dos años, que ha sido por causa de guerra, qué va, la naturaleza no responde a estos criterios, por muy motivado que esté.

>> Dice Marina que podemos hacer mucho para cambiar las cosas con lo que votamos, aplaudimos, y compramos; si no demandamos ciertos bienes y servicios, nadie los fabricará, entonces el que los fabrica no se quedará fuera porque está programado por los del CSIC.

>> Hay que dar cierta libertad y para eso he pensado en los credicarbonos, si eres más de estrenar vestidos pues luego te puedes ir más cerca de vacaciones, algún día será así, será un racionamiento por exceso.

>> Honor y distinciones y sanciones, hay que dejar algo de capital a los ciudadanos para que accedan qué se yo, a un mercado paralelo y que se sientan bien, pero si te saltas un rádar que quito parte de ese dinero; más coronas de laurel, más Esparta, escuelas escuelas escuelas… hacer ciudadanos que sepan pensar, a los espartanos no les hacían falta sofistas que enseñaran a sus hijos para que luego triunfaran en la vida pública, no, que haya un nivel de cultura colectiva que se guarde como un tesoro.

>> Y entonces entre iguales, cooperar.

Así siguió un poco más, le dio las gracias a Don Francisco por haberlo escuchado, y con cámara mediante, por haber mentido para que se hubiera dado la ocasión de hablar con el Papa, o por el mensaje, este mundo loco le otorgó el ser viral.

Don Francisco al despedirse le dijo, has hablado mucho de que la libertad no es tal o cual, entones ¿qué es la libertad?

Y 6 le contestó que era simplemente cruzarte con cualquiera por la calle y haber hecho a lo estoico de tu obligación tu libertad, y decirte que es tu congénere, tú prójimo. Nada más, paz y vivir seguros de una vez por todas. Debería ser tan sencillo como cumplir con tu tarea, pasar por el súper, coger a tu hijo, irte al parque y volver vivo.

Así pasó el día después de la visita al Vaticano, en silencio. Su hermano le dijo la última vez que voy contigo a ningún lado, lo siento, eres insufrible, pero él contestó y propuso, esto con cuatro cervezas se nos pasa. Y eso hicieron, en el fondo era compasión.

Se separaron para ir a ambos hoteles, y en el caminos de los hombres entraron a un 24 horas, compraron unos botes de cerveza, unos de cubata ya preparados. De camino al hotel un camello se le acercó a 6, le pasó lo que serían cinco euros de porros, de aquí salen tres.

El grupo le preguntó qué quería ése, y les dijo, quién os iba a decir a vosotros que os ibais a fumaros un porro con la cerveza en las escaleras de antes del hotel, viva la vida! Tomaron primero las cervezas y uno dijo me estoy meando. 6 les dijo subir a hotel mear y bajar, yo aguanto, lo guardo yo todo hasta que bajéis. La tentación de mear en las escaleras era grande, 6 lo vio en la mirada de los otros. Anda, dijo, subid y bajad, son cinco minutos. Nene, ¿te digo una cosa? No por Dios, contestó, sí sí:

– Os voy a explicar una cosa que acabo de pensar, si tú meas en las escaleras y te pilla la policía te pone una multa, si no te pilla no pasa nada, pero sí pasa, que mañana igual alguien, para pasar, tiene que pisar la meada. Sin respeto a la ley no puede haber respeto al prójimo. Así de simple, gracias por no matarme, en serio chicos. Os quiero.

6 subió a su habitación, entró al váter con el móvil en la mano, buscó el hilo de WhatsApp de 1 y empezó a grabar un audio al mismo tiempo que el chorro de orina caía orientado al sumidero, 64 segundo, enviar, y otro mensaje, en esto hay más civismo del que te imaginas, mañana te lo cuento.

{Nota del autor. Este texto no es más que una recopilación de cosas que he escrito que supongo muy desacertadamente han sido integradas en un texto, con el solo fin de publicarlas en mis redes y que las lean cuatro amigos, qué difícil es escribir, qué admiración al que lo hace bien y pese a eso… ¿a que salvo el planeta?}

A la mañana siguiente le explicó el porqué de la meada, y lo que pensaba del respeto a la ley, en ésas le sonó el teléfono, era del Vaticano, la cosa se había hecho viral a manta, y lo reclamaban para ir, recoger al otro Papa e ir a ver a una autoridad musulmana.

Su madre lo llamó, te he visto en la tele con el Papa, qué pasa, calla mamá, no pasa nada, bueno sí, pero yo el martes trabajo, ya los que sepan que continúen, ah, me voy…. Y le contó el trayecto que recorrería y que no se preocupara. Además con dos papas no creo que haya cocaína. Y lo de siempre mamá, si veo una bomba por una calle me echo por otra. Besos.

Le dijo a 6 que tenía prisa, pero que si se verían después de volver, ella le dijo que en el sentido que suponía que él quería no, a lo que él le respondió, tú si puedes, en cosas como éstas estate cerca porque lo único que puedes hacer es reírte. 6 invalid target. Ya está. Me tengo que ir. Mira para qué te voy a decir otra cosa, estoy mejor solo, y se rio, en serio, soy inaguantable. Estoy mal programado, tú te lo has perdido, Oh desamor!  Oh Baco! (La que nos ha caído [y tú con menos voluntad que una ameba. Desastre a años vista. (Oh Cupudio qué aburrido!

Capítulo II

(La verdad)

1 se levantó resacosa, había salido la noche anterior, no solía hacerlo si al día siguiente tenía el objeto de visitar a un moribundo con el que había compartido un par de días. A ver con qué cara va uno a eso. Pero la llamó 3 y le dijo que no se diera prisa, que había muerto.

Había hecho cenas y fiestas hasta que el cáncer lo dejó, y cuando ya no pudo ser, todo lo que había en la mesilla se lo tomo, morfinazo y al capazo.

Dejó encargado a un amigo seis canciones que había ripeado de sus CD´s o comprado sueltas en alguna plataforma, para que hiciera 50 copias y que los que fueran al tanatorio se las pudieran llevar:

– La canción de la madre del Amargo

– La canción de la muerte, por Paco Ibáñez

– El Amor brujo. Final. Las campanas del amanecer, Estrella Morente

– La saeta, Serrat

– Le di caza al alcance, Estrella Morente

– No pensar nunca en la muerte, Mayte Martín

Anunció la duración de la canción con la que el féretro entraría en el nicho, y proveería un radio cd con un pendrive en la que estaría la canción, será desconocida hasta ese momento, pero sí la duración como digo para meter la caja en el nicho en el tiempo que dure la canción, que ni sobre tiempo ni que falte caja, y la lápida, granito, color burdeos, ni fechas ni nombre, sólo una inscripción, “Baco tenía razón.”

Se ruega insertar. 26/04/2024

Los conceptos de nación y religión deberían vivirse bajo el prisma de que son entidades público-privadas, públicas porque es una reunión de sujetos que se hermanan en función de lo que comparten; privadas porque debería regir el imperativo de que cuando llegamos a la membrana de la célula, hay otra membrana en la que comienza otra entidad, otra célula. Es como el todo el mundo va a lo suyo menos yo que voy a lo mío. Qué verdad más grande.

Público – privado – concordia – privado – público

Y en vez de derramar más sangre, que todas estas células vayan juntas por las venas de lo Humano.

Preguntar al cura del átrio

Saludar, presentarme, y si no le es inoportuno
hacerle una pregunta – más teórica que otra cosa -,
y es sí, a la mediana edad,
juventud totalmente muerta
(en ella/ y lo siento, blasfemias / que ahora duelen
porque iban contra Dios, una suerte de ira irresoluta
¡y muy astuta!
que se hacía con mi voz. Lo siento, y ahora duelen);

y viendo la Iglesia como algo
que vela por el dogma
administra sacramentos,
cosa que respeto y a la que no me comprometo
porque no creo que pueda dar la talla
ante sus preceptos, soy de carne y hueso y de mala calidad,
y porque creo que al final
es otra obra de los hombres, y que por mucha Deidad
que hubiera en un principio, el propio hombre la viciará;

y lo que es más importante
creer que en la muerte todo muere
y que sin lo físico desaparece
esa conciencia que que ahora me ve / por detrás, /
mientras escribo, y que cae en el más absoluto vacío:
es la muerte que ahora digo
caduca espiga de trigo
sin eternidad

– Siempre me pierdo y no es mi afán robarle más tiempo –:
¿Puede uno como Kierkegaard, ser cristiano fuera de la Cristiandad?
¿Puede, como Spinoza, ver a Dios en las bondades del mundo,
en la naturaleza…? (¡qué más pretexto para querer estar vivo:
el Amor y la Alegría!);

Amar al prójimo y a Dios
y hacer de esto mi libertad
(¡Soy humano, carne y hueso…
pero no cejar en el empeño!)

¿Y vivir la hora que conmigo acaba
por conciencia limpia, como una pequeña salvación…?

(Y haber dejado en unos pocos
cómo siento
cómo amo y cómo pienso…
ya ves,

un epílogo en los otros
hasta que el tiempo
los enmudezca también)

Sabéis…

IMG_0152

¿Sabéis lo que es vivir sin Dios y sin amor?
Abrir los ojos y decir,
otra vez yo.
Mirar al esternón,
bajo él, a media mañana, y decirle a tu corazón,
por qué no te paras.
Soy un tántalo de barro arrojado al mundo, sin sentido
alguno.

Un rugido omnívoro
(nada nadie!)
que hasta el tiempo fagocita o come:
los paraguas y las almas olvidados en el paisaje,
trayectorias y tratados.

Y las farolas – espeso el aire-
titilan y desesperan
abatidas de tanta noche!

La eterna espera

La eterna espera, suave,
casi pasa, como
un río seco: del silencio
del guijarro a los ecos
de los muertos.

Casi pasa, como
mi rostro indolente: ¿Quién
puso el cansancio
arriba, en la frente: la firme dovela
que se resquebraja y se
deshoja
en cisnes blancos.

Noche de alumbrado amarillo
y de pasos perdidos,
pasa
la eterna espera
cuando,
con pies descalzos
avanzo hacia tu río de luna:
del silencio de sus cráteres
a los trinos de los pájaros.

Canas

Mira vencido el día
que camina a tu lado,
las escamas de la noche,
estrellas frías, azules de sueño.
Las horas y los minutos
como una humareda,
como el polvo solo
mintiéndose a los ojos;
en una tierra donde no pasa nada
sólo los días en la portada
del periódico.

Ceniza, eso queda,
el tiempo mirándose las uñas,
manto de plata que fuera fuego
devorando las laderas y las sombras.

Sin título

Mira
la poesía de las últimas cosas,
las alas de un ángel de hierro estrellándose contra el tiempo
pastoso y frío, como el letargo.
Mira
qué forma tienen las horas
húmedas, como la lengua de este muerto
que desciende hasta tu sexo.
O mira
cómo la vida entra por los ojos,
ojos que sellan la luz en un ocaso,
bajo los árboles centenarios del recuerdo sin nombre
ni ámbar, ciegos en mi
mirarte; te enseñaré
que en el vicio está el ocio
y que el ocio de los ocios es amarse, con eso,
con todo, ¿sabes, cómo de oscuro estaba fuera de ti?
¡Quiero volver con los pies llagados
a las causas de la luz y de la muerte que me alcanza,
una y otra vez, envejeciendo incomprensible,
pálido y frio como el sonido de la nada!

Prohibido!!!

Ante la mirada metálica del tiempo,
con su resaca, llevando mar adentro
las caracolas donde dicen habitan los recuerdos,
las sombras, los sueños, las ciudades,
el triste tallo, que de vida,
ha venido a morir en el suelo;
nada queda, salvo la luz
besando los cristales de la arena
vacía
como la música sin música ni nubes,
sólo la luz baja y sin sentido,
o el amor después del amor cayéndose del pecho…

Prohibido!!!

Dejar atrás
los pasos pequeños como moscas
las uñas que hieren y aman
el viento que embriaga al desnudo
el llanto!
Dejar, cada
mañana, al salir de casa,
el fuego, el verso, los huesos,
como un gusano frío y quejumbroso
que vive del miedo y de la cera
de los labios de los muertos:
como la tumba del olvido
cavada en el mercurio de las canas.

Prohibido!!!

Prohibido
rendirse si no es en sus labios
pese haber sido sombra, o más que sombra
vapor que se dispersa ante los ojos,
nada!

Y van cayendo mis miembros:
pestañas, párpados,
sangre, que vivirá en los ríos
hasta el mar del olvido,
ojos ciegos y antiguos
o pies cansados de buscarte.

Y la luna sonríe
porque tallo
el poemario que lleva la cuenta
de las veces que he amado
siendo nada!!!

(algo es algo)

hasta cuándo!

Penden los jazmines hacia el abismo sin número
con sombras azuladas como el asfalto en la tarde,
de reojo miran al cielo que con su sol los castiga
con esquirlas de luz o fundiendo metales.
Caen con la gracia del olvido hacia la tarde sin aire.
Quizás, por la noche, inunden el mundo
con su fragancias de pétalos hechos carne,
doblando las esquinas del sueño, cuando
los hombres, tras los párpados, se vacíen
de verbo y conciencia a un mundo sin nadie.
¡Sólo los muertos rasgando la tierra,
sólo las sombras, encorvadas, cantando
a las máculas de la Luna, sus pesares!
Volvamos a ese jazmín que cuelga del cielo,
volvamos al canto, a la voz hueca
de los muertos: volvamos
a las efemérides del olvido, al ciego
sentimiento sin objeto, borrado por el tiempo;
al látigo amargo que lleva la cuenta de las lágrimas;
al desierto con su oasis de esperanza que sólo es,
a la postre, un espejismo; y al espejo
que refleja a un hombre con una copa de vino en la mano
diciendo
celebro lo que he perdido
celebro lo que he perdido
celebro lo que he perdido…
hasta cuándo!!!

Rumor de sombras

Cierro los ojos vacíos y pretéritos
como el universo corriendo hacia la nada
como un pájaro muerto en la tarde de julio
donde el desierto avanza
mientras el hombre duerme la siesta
y sueña sus pesares.

Los cierro, porque una mosca
se posa en mis párpados
creyéndome cadáver…

Esta mosca que, con su zumbar,
niega hasta la nada, leve
espacio sin aire en donde
me disuelvo gota a gota
como un monstruo terrible
que busca en tus ojos el amparo
frente a un sol que no se apaga.

¡Desde dónde mirar,
dime, este baile de máscaras
o de muertos arañando y mordiendo
la cara de un dios que les sonríe:
Ya estáis aquí….!

Abro los ojos:
¡Rumor de sombras hacia el infierno de nadie!

X

DSCF0975

Tan distante y tan confuso
como este cielo que ante mis brazos
abiertos se abre,
tan mineral apagado en lágrimas,
tan vacío…
sólo la memoria del aire
o los jirones del tiempo
que mecen los árboles,
el polvo, alguna sombra:
un baile sin saberlo!

Así surge el deseo:
un desierto
yermo e inmóvil
pero dotado de misterio,
alas del recuerdo
que celebran la carne;
único e imperecedero
como una blasfemia lanzada contra la tarde.
Puños y dientes apretados
con la rabia de tantos años y de tanta sangre
(círculos concéntricos!)
Espuma que rompe contra las rocas
y moja este papel en blanco
en donde intento atraparte.
Como quien acude a tu centro
y grita
este yo, egoísta y obsceno.

No busquéis nada que me salve
en el último verso.
Ni un espejo que se rompa
siendo todo sólo un sueño.
No, este yo,
egoísta y obceno!

sin fin ni principio…

Levanto la vista
sobre el horizonte de la piel que me ha acogido
salgo
del vientre donde olvido la sed ahogada del deseo
hacia la noche sola
de las palabras a la deriva como pájaros,
o los cuerpos sin vida
que buscan otro cuerpo
para ser algo más que los metales,
o la fórmula de la luz en retirada
que queda en los espejos en la mañana sin nombre.

Acaricio
la mano aún cómplice en el llanto
en el entreacto del insomnio, cuando
la sal acude a mi boca
– qué importa que estés más fría que de costumbre: debes
soñar con la brisa gélida del tiempo.

Vuelvo
a mi respiración para encontrarme
vivo
en la certeza del amor:  única esperanza con la que cruzo
los días
como círculos concéntricos sin fin ni principio…

Ciclo de vida

17345863116_7daf6b6622_o

Savia que se deshiela
volviendo a andar en círculos
bajo la corteza de plata mortecina,
como la claridad que emerge
a tientas desde la muerte
y puebla la mañana,
he visto las flores tomar
los tallos ayer dormidos
sin mesura y sin batalla,
con el solo ritual de la memoria
de un ciclo con los años ensayado:
pulpa de qué fruto acariciando qué boca.

Poesía

Ahí está mi pecado impune
el verso y el beso que entregué
al gran ventanal de la memoria
-tuya y mía-:
raíces o ceniza; fuego
en la garganta; caricia
secreta del deseo; ritmo
como sangre que palpita… y sin embargo
nada o menos que nada…
-mudo asombro!-.
Vuelvo a levantar entre estas manos
la tinta y el paso solitario
de este corazón que los días me entregaron:

Hice
lo que pude.

Pero en toda noche desgarrada
estallas como las estrellas buscando su camino
-a modo de esperanza!-,
vagas entre las farolas y las sombras de los muertos
y no sé
en qué latido
vuelvo de mis lágrimas a tus labios,
a toda la luz que lleva tu nombre
y que enciende los campos a pesar
de que sólo sean polvo un día…

Dejadme un verso solo!
Dejadme una piedra sola y fría!

y un latido
y un latido!

zumbar acompasado: libélulas
argenta y nácar: luna de nadie
brisa de agosto: en qué noche…

poesía hasta que el mundo hable
del latido común de todos los hombres!

Escorados hacia el lado de Dios

En los álamos escorados hacia el lado de Dios te veo
en cada paso que piso y en los sueños que ascienden
del polvo culpable de los caminos que anduve
en la noche sin fin que mordí con dientes de rabia:

te veo

en los ojos que me miran en silencio mientras lloro
y en la música que emana desde otras latitudes
en las culturas que he dinamitado con mi disfraz
de egocentrismo de ególatra y de mí para mí mismo:

te veo

en las huellas que dejo cada mañana
de camino al sexto dia sin sentido como el quinto
en estas cuatro paredes que aprietan mi pecho
diezmado tras cada guerra que libro con el espejo

te veo

en los presagios en los desánimos en el destino tan cierto
de las lenguas blancas de los muertos que seremos
mientras bailan las palabras al otro lado de las lápidas
bajo la sombra alargada de cipreses solitarios

escorados hacia el lado de Dios, tan ciegos!

Azul

Queman
los ojos al mirar
con los ojos del sueño.

Azul
esfera azul a la deriva, ni un paso
sin recuerdo.

¡No despiertes jamás!

¡Savia en los labios de la tarde,
dorado ámbar, crisálida de los rumbos fugitivos,
no despertéis jamás!

Ya despertará el tiempo, sin mirar
hacia atrás, para ser tiempo.
Ya despertará el tiempo, para andar
por los andamios repetidos  de la noche, y ser tiempo.

Intentará penetrar
con su veneno
por la exclamación de las pestañas
por el naufragio de las pupilas narcóticas
por el eco sin custodia de los pasos sin dueño…
para ser sólo tiempo.

¡Tiempo, aparta,
y cabalga, Azul, por la suma de los días:
sólo fuego
en el laberinto de la sangre
celebrando
un corazón irrepetible
que arde en nuestro pecho!

¡Gracias
por no despertar!

Amarillento

He hecho
acopio de luz durante
el largo verano
hasta sentir la vida
a flor de piel.

En vano…
como siempre, en vano…

El frío y la oscuridad
sólo traerán un camino polvoriento
por donde andará la muerte – el letargo,
acaso -, tarareando con voz
trémula
la melodía del fracaso.

Otro otoño amarillento
en el lienzo de la vida,
y las hojas amarillas
cayendo, mientras
la gravedad y el tiempo
las envejecen con su aliento…

cubriendo el cadáver
de este cuerpo
que estrené en verano.

c4

Ya conoces al animal
y su reconstrucción en la mañana:
su alma fría en niebla
los ojos y los estallidos de la sangre.

Ha devorado estrellas y sueños
y ahora es un divagar en el tiempo:
tiempo que echa a andar
como un eco volátil y etéreo.

Ya conoces al animal y – por lo que
intuyes -, su antídoto:
la luz de la memoria diáfana
la luz de las manos inocentes
la luz de las sombras deformes.

La luz, luz y diamante,
la luz que promete
más luz.

Está herido como un remordimiento que corroe.
Está herido como un rayo que grita.

Hombre en luz, verso
en la tarde, bestia
en la inmensidad de la noche.

c3

Como la brisa
que pasa a hurtadillas entre los dedos afilados de los pinos,
o una quimera que era sólo polvo
antes de que la pisase, sin querer, esta mañana
al salir de casa: así, abandonándome al abandono,
te entregaría
el cadáver del amor, para que lo vieses
de cerca,
el conjuro de los besos que me dieron
antes de olvidarme,
y el olor de la nuca de alguna diosa.

Fingiría la lejanía del marfil
tener la llave que todo lo cierra
y las heridas que se abren
con una sola palabra;
la certeza del detalle
quemando una pupila.

Qué no haremos andando en círculo
mirando de soslayo
pasado y origen y avaricia
de vivir…

y la brisa
enredándose y enredándose en la mentira
del tiempo escribiendo sobre el tiempo,
como una nota anónima que dejamos
para que nos descubra al día siguiente
y nos recuerde
que sólo somos la hipérbole de un fracaso.

c2

El tiempo barajando las vidas
la fría razón tratando de abrirse paso en nuestro pecho
la magia de la conciencia queriendo detener un segundo
la imagen, que como la niebla, fluye ante nuestros ojos.

El eco, el remordimiento y el caos
que con mentiras hemos domado,
o,
las cifras que se descuelgan del campanario
– vigilante -. El mundo
de los sueños,
la espuma suicida en el romper de las olas.

El vacío
el dolor
las dudas:
la vida, cuatro letras y un desorden
y el ancla del amor

frente al desfiladero de la muerte.

c1

Soy tinta. Sueño
con caer en un libro en blanco,
romper el silencio con mis huesos quebrados…
y contar tu historia:
los amantes que pasaron por tu cama
– los nuevos amantes se ríen de sus predecesores,
ventilan
sus secretos: Ley
de vida -.

De momento
hago acopio de sol para el largo invierno de mi soledad; ¿Dónde
moriré este año?

Vuelvo
a los surcos de las sábanas que hicieron no sé ya qué cuerpos… pero
tu cama…

Y el amor que avisa a la muerte para que afile su guadaña.

Y miro con los ojos del tedio…

Y miro
con los ojos del tedio
cómo se alarga mi sombra al caer la tarde:
sillón de mimbre (dicen que de mi abuelo,
como podría haber sido
el río, de tanto mirarlo: La otra opción
era
mirar la posguerra y el hambre).

Zarandeo de palmeras,
claroscuro del alma,
cae la noche y me escoro
hacia delante
para mirar el miedo a los ojos.

Lujuria y hogueras – titilar del fuego
encerrando cien formas en huída constante -;
al caer la noche, carne
que lacerarán las estrellas. En mí
habito. Una línea divide en dos el horizonte:
cresterías coronadas por el peine de los pinos
en cuyos brazos se pierde el aire.
Y silban, y llaman, y emplazan, y citan
– de memoria –
a la humedad palpitante.

como la espuma en las oquedades del silencio

Déjame ir, que me vacíe
como la espuma en las oquedades del silencio,
en los azules y púrpuras – cielo:
irremediable cielo.

Estoy
frente a ti: nunca
he existido – certidumbre
inexorable como el tiempo.

Soy
un espejo frente al tiempo – paso
con pasos lentos.
Llevo – y no digo tengo – un interrogante
en mi pecho: o un sinfín
de preguntas a la puerta de un sabio ciego.

Heridas, tantas
veces herido – llaga
que no cabe en un color: metal
que agoniza: que se quiebra
en la mortal mentira:
volcán, amor, ceniza.

Tantas
palabras como sumas
de tantas vidas – ¿Recuerdas
cómo buscaba tu espalda
o tu sombra ?– como una nube
vaciándose de agua: estertor,
más tiempo: pedía
más tiempo: tú yo, más tiempo: nace,
resucita, muere
en la tarde, al fondo: rojo,
como un silencio exhausto
en un día de agosto: polvo
que nace germina y que
apenas se conoce.

Extralimitación final para un silencio;
gramíneas, ojos, espuma.
Vuela
la tarde hacia su ocaso
hacia la luz que se vence
sobre su planta. Hermética y triste,
buscando un lugar donde guarecerse
del timbal de las pesadillas – martilleo
de la culpa en las sienes.

Oquedades, espuma:
Vientre.

¿Puedo?

Si indagan, si quiebran
mis huesos como una tortura
de mercurio
¿Puedo
decirles tu nombre?

Si paseo, y guardan la noche
una hilera de ventanas con cortinas
descorridas
y avanza junio a mi lado
y me detengo en los bares
donde canto mis pesares
como una letanía
que alcanza la mañana ya
sin mí a su lado.

Si vuelvo sobre mis pasos
con un corazón menos y carcomidos
los nudos sarmentosos de la memoria
y una lengua blanca con gusanos metódicos.

Si sólo quedara el misterio y la ceniza
queriendo ser el verso de lo eterno
y la cara oculta de la luna
donde se citan tantos nombres
silenciados en la plata del silencio…

¿Puedo?

… el pecado orgulloso de masturbarme pensando en ti cada día…

La primavera avanza
sobre el recuerdo del invierno,
mis ojos vibran
inyectados en fuego.

Me siento
como una maraña de viento
enredándose
entre las velas de este barco, dando
la razón al ingenio,

o el pecado orgulloso
de masturbarme pensando en ti
cada día

podría amarte de memoria:
carne trémula, exhorto de vida,
piedra sobre piedra se erige mi verbo,
hacia tu cuello, hacia tus labios,
y sin embargo
la voz se me entrecorta ante
tanto miedo ante
tanto frío ante
tanto invierno que se repite
bajo mis pasos, como un desfile
de miradas ausentes y cristales rotos:
escoltados por los muertos que seremos.

Desnudos

Estamos porque hemos venido, parece
una idiotez
lo que digo, pero digo
estamos porque hemos venido, y ya es mucho
que los jirones que nos hemos dejado en el tiempo, en
los bares (llorando), en los espejos del día después
(temblando), en el río
en que nos bañamos, y el vino
que esperaba a la salida, o el frío
de las largas noches en vela, que calaba
hasta los huesos; la hiel
y el cansancio, no han sido
suficientes
para que no vengamos
a este día.
Venimos, y acatamos la sentencia
del tiempo que nos queda
mirando
al futuro,
con esperanza y con decencia,
desnudos.
Desnudos, como nacimos.

…Retratos en blanco y negro

Hablan de mapas, yo
de la geometría de la memoria:
de espacios que se vacían de cuerpos
mientras la lluvia cae
despacio, sin futuro.

… De retratos en blanco y negro;  me debo
al intento de comprender cada historia,
amigo o enemigo, prójimo, al fin
y al cabo.

… De retratos en blanco y negro
que acuden a mi mente
mi entras yo, ay tiempo infinito,
comienzo a borrarme, a fundirme,
gesto a gesto, despacio y sin futuro,
con quien quiera guardarme en su recuerdo.

La música pendular como el humo del azufre…

La música pendular como el humo del azufre
el pensamiento se adelanta a unos días en Castilla
voces que se descolgarán de los balcones a mi paso
recordándome quien nunca seré, y que llego
tarde al trabajo, con barba de una semana
y con los ojos hinchados de la fiebre del deseo;
una jaula que contiene – bisagras
entumecidas – el canto húmedo del mundo y de las sensaciones
disolviéndose como un ansiolítico bajo la lengua
con pasos lentos y cicatrices:
fantasmas que temen haberse olvidado el libro
que ojeaban de madrugada
en los descansos de la culpa.
Yo me adelanto un paso hacia el regazo del verano
pidiéndole permiso, como un niño,
al hombre
que me mira desde el espejo.

La noche que se ha vuelto inmortal de tanto insomnio…

Me asustan las ausencias angulosas de tanta lejanía,
los claroscuros, más bien sombras, de la soledad,
la noche que se ha vuelto inmortal de tanto insomnio:
temor de que la mañana se olvide de tu nombre
cuando cruce la puerta para seguir los pasos de la rutina.

Mientras tanto, me vigila otro yo desde la fotografía
en la que comparto sonrisas con mi hermano,
en algún viaje en que me dejé un jirón de mi tiempo
hablando de proyectos que el miedo a vivir borraría:
como siempre.

Aunque quizás el futuro esté aún en su sitio
y sea tan sólo
salir de casa sin volver la vista
hacia el invierno y las excusas,

¡sólo abril y su luz tibia
y la frágil firmeza del que tarda en decidirse!

Sin título 7

IMG_8751

Así cayó sobre sus rodillas
aovillado en medio de la noche sola
crujiendo sus huesos sobre el tapete de la vida
sorbiendo los mocos nerviosos la ceniza
de su cadáver
enjugando sus lágrimas con pañuelos de tela.

Así nos pregunta en silencio
con un gesto que lo reduce
a la nada a la tierra al asfalto a los coches
torpemente aparcados a un trabajo
de apariencias a una
máscara común de voces iguales,
por qué tuvo que despertar y perderlo todo
ese sueño que valía más que toda su historia,
por qué verse obligado
a decir que una pesadilla es sólo
lo que va detrás de que los ojos se abran – algunos
lo llaman día-;
cuando aquella madrugada le había dado tanto:

aún nota que el corazón le palpita.

Sin título 4

IMG_8590 - copia

Hago las veces de narrador omnisciente. Si quisiéramos reproducir fielmente el diálogo de esta tarde de invierno adoptaríamos otra solución, pero no, me ha tocado a mí (¡a mí, que no existo!)

No voy a centrarme en la puntualidad con la que los dos personajes han acudido a su cita, ni los elementos de esta terraza de café, ni la tarde, aunque soleada, fría en que se desarrolla el encuentro. Ni en los pormenores del oficio de ella, a saber, la venta de bienes inmuebles, ni de lo que ha llevado a él a buscar una segunda residencia. Por supuesto nada de indumentarias ni gestos, nada de pormenorización de lo que consumen, ni los gestos amistosos de ambos, ni del camarero al preguntar qué desean. Ni de los argumentos de ella al hacerle ver que entre las fincas en su haber es más recomendable, porque sólo es un poco más cara, sólo un poco, prácticamente nada, la de dos dormitorios, y porque si alguna vez el mercado inmobiliario arrancara y quisiera después desprenderse de ella, le sería más fácil hacerlo, debido a que un apartamento de un solo dormitorio limita en gran manera el número de posibles compradores. Sólo voy a citar entre comillas el argumento de él  al decantarse por el pequeño apartamento, como una daga imaginaria que se clava en el pecho de su interlocutora dejándola sin respiración ni palabras: “Mi soledad cabe en tan poco”.

deshojar el tiempo en cenizas y esperanza

Yo quisiera comprender esa poesía:
los meandros del río que dibujas cuando andas.
Los pasos que constituirán tu vida
no obedecerán a una biografía, ni un destino; por mucho
que lo prometan los silencios y las sombras.
Como el ancho desierto que atravieso cada día
a ciegas:
clavo
mis ojos en un pensamiento firme:
¿Qué constituye los cimientos
de la vida?
… siempre está la culpa
que me canta al oído mi desdicha
gris, intrascendente: como el mudo grito ahogado
de los muertos y los nudos vegetales de sus huesos:
osamentas que desfilan en vano por los aledaños del olvido…
y un río que me quema:
estela
de tus aguas:
y mi naufragio.
Todo se funde en el ocaso
(me he perdido cien veces huyendo de la noche hacia la aurora…)
Después
nada,
siquiera
el vibrar de mi garganta (contengo
el aliento con angustia)
Nada, nada, nada, nada:
los cuatro puntos cardinales de este cuerpo.
Baja, te espero,
donde dios sueña el sueño de los hombres
donde los espejos no reflejan imagen alguna
donde el amor escapó por vez primera
de las sombras
y vio la luz:
y la luz penetró las aguas:
claridades efímeras; sólo eso… sólo eso…
el resto
palabras.
Entro
entro en ti
como la luz en la noche destruyendo lo sabido:
certeza de la carne y su nado a contramuerte:
deshojar el tiempo en cenizas y esperanza.