Escorados hacia el lado de Dios

En los álamos escorados hacia el lado de Dios te veo
en cada paso que piso y en los sueños que ascienden
del polvo culpable de los caminos que anduve
en la noche sin fin que mordí con dientes de rabia:

te veo

en los ojos que me miran en silencio mientras lloro
y en la música que emana desde otras latitudes
en las culturas que he dinamitado con mi disfraz
de egocentrismo de ególatra y de mí para mí mismo:

te veo

en las huellas que dejo cada mañana
de camino al sexto dia sin sentido como el quinto
en estas cuatro paredes que aprietan mi pecho
diezmado tras cada guerra que libro con el espejo

te veo

en los presagios en los desánimos en el destino tan cierto
de las lenguas blancas de los muertos que seremos
mientras bailan las palabras al otro lado de las lápidas
bajo la sombra alargada de cipreses solitarios

escorados hacia el lado de Dios, tan ciegos!