Expresándome como puedo sigo… porque al final ya se sabe, llega la dama de la guadaña, hace como que te pide fuego, y mientras que te despistas buscando el encendedor en el bolsillo, creyendo que está haciendo un paréntesis, y que hoy no eres su potencial cliente; te asesta una puñalada en el estómago y ahí te quedas… y sólo queda el recuerdo, estas líneas, lo que has dicho, lo que has hecho, y poco más… mas al final, la dama hace como que le pide fuego a esas personas que les has dicho, hecho… y ya no queda nada. Sólo esta locura de “Acerca de mí”, que no es que me defina, pero que me ha hecho pasar un buen rato, lo mismo que espero que te ocurra a ti, que disfrutes de este rinconcito, y que no lo tomes todo lo que hay, y la vida en sí demasiado en serio. Y que te eches un encendedor encima, para, con la excusa, no mirar a la dama de la guadaña a los ojos, e irte como viniste, sin saber cuándo, cómo… porque en el fondo, aunque sólo sea en ese momento, todos nos dejamos llevar… ¡qué remedio!
Visita obligada: https://lavozquebrada.com/2012/06/15/a-veces-solo-a-veces/