Algún día me encontrarás borracho por los bares,
cabizbajo, con un sabor metálico en la garganta,
apoyado en la barra mugrienta de la derrota;
y no será a ti a quien busque.
Secuestrando los olores de mis congéneres
y el calor humano que olvidan
cuando pasan. Alguno
me dirá que estoy vivo, y que
con eso basta; entreabriré la boca, libando
la poesía en el aire; esquivando
las serpientes que cuelgan del techo, de camino
a la calle.
De camino a un sueño en que siga buscándote
sin ser a ti a quien busque.
Espero… y ya conozco
todos los tic tac de la tardanza; sé
del último pensamiento de las moscas:
revolotear por todo tu cuerpo y que me apartes
con desprecio…
Merodeará la vergüenza por el marco
del espejo
que me mire de madrugada; antesala
de las horas que pase buscándote
en mis sábanas.
Y no será a ti a quien busque.
Y no será a ti a quien busque.
Algún día encontraré tus ojos y miraré por ellos
el mundo.
Quizás comprenda,
entonces, que la única poesía
es saber vivir con uno a cuestas; y,
así, sin castigos – ni tuyo ni mío -,
seguir buscándote.
«La única poesía es saber vivir con uno a cuestas; y,así, sin castigos – ni tuyo ni mío -,seguir buscándote» Me encanto!.
Un millón de gracias.
Acabo de descubrir tu página por casualidad. Soy Mª José( la jose), no sé si te suena. No sabía que escribías así, en serio, tu poesía atraviesa para llegar hasta donde tiene que llegar.
Me encanta. Felicidades
Claro que que sé quién eres. Sinceramente, gracias. De hecho, el otro día te vi en el periódico y me alegré un montón por tu carrerón en la poesía. Felicidades igualmente.