Desierto
desierto salado como hálito de los muertos.
Con la esperanza tantas veces hundida – incluso
así – los hombres
alargan sus cuellos para estar más cerca de dios;
sus letanías se deshacen al contacto con el aire,
aúllan, escupen: veo
sus ojos rojos por la furia;
veo la ira en las venas que sobresalen en la piel
de sus miembros;
veo
las ansias de seguir viviendo
como sea
en sus inspiraciones – ahogando el ahogo del momento; del futuro: del tormento -.
Calor,
fervor de cuerpos
rebosando sus cuerpos;
llagas en la boca de invocar la humanidad
que perdieron
al ser náufragos en su memoria
invisible.
Buscando orígenes y sentidos
Buscando el auspicio en los ojos del semejante imperecedero…
…y dios en sus quehaceres vanos y terribles; inservibles…
…y el desierto
salado como hálito de los muertos.