Esta condena a que me someto
que es vivir día a día
como puedo;
dejar atrás en la estación del tren
ciertos recuerdos;
y partir… Las vibraciones
me inducen al sueño,
lento, monótono, superficial,
entreabro los ojos, curioseando el paisaje…
… un mundo nuevo
el exterior es un mundo nuevo
se suceden las figuras
como tiempos futuros
y a la vez pretéritos
a través del cristal…
Un niño, en otro asiento,
pide agua a su madre…
yo me hundo en sus adentros…
otra edad, libertad…
Pero hace frío y despierto,
y no hay ya un tren, sino cientos,
de lágrimas tirita mi cuerpo
heladas sus partes; a lo lejos
tu imagen… mas hoy
vuelvo a ser el mismo
una mezcla
de nuevas esperanzas
y viejos miedos.
“Pasajeros al tren”
se oye gritar.
Y no sé si debo…